Título original: The Laughing Corpse
Autor: Laurell K. Hamilton
Saga: Anita Blake, Cazavampiros (2)
Año: 1994
Editorial: Gigamesh
Nº de páginas: 293 páginas
Género: Ciencia ficción, Fantasía, Zombis
ISBN: 978-84-96208-11-7
Sinopsis:
La reanimación de cadáveres se ha convertido en un negocio muy lucrativo, al menos en San Luis, y en gran medida gracias al jefe de Anita Blake, un verdadero embaucador con un fino olfato para los negocios que le enseñó cómo sacar partido de su talento y le ofreció trabajo en Reanimators Inc. Pero cuando reciben una oferta de un millón de dólares para que Anita reanime un cadáver de casi trescientos años, la joven se niega en redondo… y empiezan los problemas.
Opinión:
Segunda entrega de esta fantástica saga, en este caso dejamos aparcados a los vampiros para centrarnos en los zombies, el vudú y la reanimación, que es al fin y al cabo a lo que se dedica Anita.
Nuestra protagonista se verá envuelta en una serie de misteriosos asesinatos cuya naturaleza es, como mínimo, inquietante. Y no sólo eso, también hay otra historia que requiere su atención, con lo cuál nos vemos inmersos en varias tramas.
Esto tiene una parte negativa y es que a veces puedes perderte en una maraña de nombres y acciones (y ahora este «mandao» tiene que hacer esto por Fulanito o por Menganito?; este de parte de quién estaba?; para quién trabajaba?) También reconozco que cuando leí el libro estaba en plena crisis lectora y puede ser que no prestara la atención necesaria para memorizarme lo nombres, Mea Culpa. Pese a esto, lo bueno, lo mejor del libro: Su protagonista.Anita es una mujer de armas tomar, y no por un físico espectacular, si no por su humanidad. Es una mujer con miedos, inquietudes y fallos. Pero también es valiente (rozando la inconsciencia) y decidida. De complexión menuda y lengua afilada no tiene ningún reparo a la hora de hacerse respetar.
La ambientación también es otro punto favorable de este libro: Cementerios, casas de los horrores, bares de vampiros descritos al detalle, que te ponen los pelitos como escarpias, sobretodo los habitantes de dichos lugares.
Además la narración es sencilla, sin grandes florituras, directa. Pero no por ello de peor calidad, ya comento que la escenografía está muy bien creada y quizás esa esa mezcla entre acción y narración lo que hace que estos libros se lean casi del tirón.
Era consciente de todas las tumbas, de todos los cadáveres. Notaba cómo se recomponían el polvo y los huesos, cómo volvían a la vida.
-Muertos que oigáis mi llamada, levantad de la tumba. Levantad y quedad a mi servicio
Tenía una risa dulce como los caramelos, muy contagiosa. Si se pudiera embotellar, estoy segura de que la risa de Jean-Claude engordaría. O sería orgásmica
Antes visitaba el depósito con bastante frecuencia, para clavarles una estaca a las posibles víctimas de vampiros, no fuera que se levantaran y se merendaran a los empleados. Según la nueva legislación, eso es asesinato.